martes, 5 de junio de 2012

Neverland

No es tan sencillo. A veces ni siquiera es tan complicado. No es algo que tenga base científica, ni tampoco una suposición. Simplemente un día ves que las cosas han cambiado. ¿Por qué? Tal vez sea por su naturaleza, o porque haya llegado el momento, o porque sí, sin más explicación. ¿De qué sirve un “por qué” si no va a solucionar el “por cuánto tiempo”?

Mientras que el día a día no para de cambiar, echar marcha atrás, rectificar y volver a cambiar, nosotros vivimos a un ritmo mucho más lento, asimilando de forma tardía lo que va sucediendo unos pasos más adelante nuestra. Vamos clasificándolo todo conforme nos ocurre según lo que creemos que es. ¿Nos lo merecemos, no nos lo merecemos? ¿Es increíble o se podía sospechar? ¿Es injusto o tiene lógica? Sea lo que sea lo que creamos saber, es incierto. Lo es por el simple hecho de que no tenemos realmente un control exacto de nuestras vidas, sino que solamente somos espectadores de ella, con algún que otro apunte a pie de página.

Una vida humana no solamente está influenciada por quien la vive, sino por las personas que se intercalan en esa experiencia. No es algo que cada uno tengamos con nosotros mismos, como una especie de secreto, sino mas bien como un hogar en el cual se transcurren muchas historias, y vienen a visitarnos muchas personas. Se le llama hogar porque tiene pasado, y se le llama casa cuando solamente tiene paredes.

Personalmente, apenas me sorprende ya nada. Quizás sea porque ya me lo puedo esperar todo, bueno y no tan bueno. Es más, quizás sea porque siempre intento llevarle la contraria a los cambios y voy un par de pasos por delante. Pero no puedo negar que hay momentos en los que digo y de manera muy orgullosa “me he equivocado totalmente”. Y lo hago con una sonrisa.

Ya veis, hace un tiempo (demasiado como para recordarlo) dejé de creer en algo. Pensar que podría existir y que me podría pasar a mí eran dos casualidades situadas en dos polos opuestos. Erré mucho, y aún hoy lo sigo haciendo constantemente cien mil veces al día, pero sé que no me equivoco si afirmo que no es tan sencillo, pero que tampoco fue tan complicado. Solamente era cuestión de tener paciencia, y de fijarse en los matices :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario